El hormigón proyectado (o Shotcrete) es un proceso por el cual el hormigón
comprimido es proyectado a alta velocidad por medio de una manguera
sobre una superficie, para conformar elementos estructurales y no
estructurales en edificaciones. La mezcla que se utiliza para este tipo
de hormigón es relativamente seca y se consolida por la fuerza del
impacto, a la vez que desarrolla una fuerza de compresión similar al
hormigón normal o al hormigón de alta resistencia dependiendo de la
dosificación usada.
Propiedades
Son más o menos parecidas a las del hormigón clásico, notablemente en lo
que respecta a la densidad aparente, a la resistencia a la compresión, a
la tracción y al cizallamiento. En cambio, gracias a su estructura
particular, el hormigón proyectado es más impermeable y más resistente a
las heladas que un hormigón tradicional de la misma composición.
Además, el hormigón proyectado presenta una característica notable: Se
adhiere a la superficie de aplicación y permite obtener la forma de
superficie deseada.
Usos frecuentes
Revestimiento de túneles, puentes, sistemas de contención y
estabilización de taludes y túneles, silos de depósitos, piscinas,
presas y canales, rehabilitación de estructuras en general, protección
ignífuga para el acero, en superficies, horizontales, verticales o
estructuras curvas.
Aunque su uso apenas se esta conociendo mundialmente, ya lleva varias
décadas de algunos países, con mucho éxito, ya que no necesita
encofrados y las superficies sobre las que puede ser aplicado pueden ser
uniformes o irregulares.
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